domingo, mayo 01, 2011

Leticia Brédice, la gran simuladora

Impresiona, en un par de horas, ver tantas personas en una, a la vez. Femme fatale, rockera, payasa y, finalmente, sumergida en un papel que le sienta a su medida: arisca y sofisticada, emulando a Marlene Dietrich. Leticia Brédice es exigente y burbujeante, siempre con una salida ácida; fluye como pez en el agua entre flashes, peinadores y productoras. Se arranca los bigudíes con histrionismo, revuelve la melena platinada, sabe perfectamente adónde ajustar la camisa, le dice que no a la corbata, pide que su hermana le pegue una pestaña. Finalmente se desploma en un sillón y confiesa, entre risas, aniñada, que a ella la salva el humor.
-¿A qué te referís?
-Es que me río mucho de mí. Soy una bobota y ahí es cuando más gracia me doy. Me preguntan si soy excéntrica y yo digo:?"¡¿Qué?! Simplemente soy actriz". Si fuera abogada no podría ir a Tribunales con algunos de mis looks. Soy una adoradora de la libertad, porque me parece que eso hace a lo creativo. Siempre elijo el camino de la creatividad, de la reflexión. Cada día me interesa más la palabra. No estoy de acuerdo con la pelea ni insisto con cosas imposibles. Hago apología de la verdad. No miento y siempre trato de ver la parte mejor de las personas. Eso sí, cuando la pifio, lloro. ¡Y cómo!
-¿Tuviste muchas pifiadas?
-Lo normal, supongo. Lo que pasa es que en mi casa, me refiero hablo de mi familia de sangre, somos muy apasionados. Todos. Nadie es a la mitad. Nadie se queda en la comida hablando de otro. Me refiero a que no son light ni superfluos. En mi grupo familiar hay poco clubhouse y mucha terraza con conversaciones intensas. Mucho sentimiento. La mayoría son físicoquímicos. Varios hacen poesía. Son lectores. Gente que le gusta mirar el bien. Y esa es una virtud que heredé. A mí no me criaron para fingir.

-Sin embargo una buena actriz puede fingir, sobrevivir en cualquier ambiente. ¿Lo has hecho?
-Un rato se puede. Pero vivir en eso, no. Si hay algo que tengo claro es que a mí sólo me interesa la gente que me hace bien, lo que nada tiene que ver con las costumbres ni la clase social. A veces pienso que el pobre es más feliz que el rico. No hablo de extremos, claro. No me refiero a aquellos que no pueden comer o que no tienen un techo más o menos digno. Pero saber reírse, saber disfrutar, saber mirar a los ojos, no tiene nada que ver con la clase social. La verdad es que he dado con muchos ricos que no mantienen la mirada. ¡Ja! Algo que parece tan simple. Aprendí a ser feliz con lo que venga. Odio la pretensión, me aburre.
-¿Cómo ves al país? ¿Tenés una mirada esperanzadora?
-Me parece que no tener esperanza es quedarse en el estanque de siempre. Tengo un hijo chiquito, no puedo quedarme en el lugar horrible de la queja sin dejar la opción a que todo se puede poner interesante. La queja por la queja con odio no me gusta. Pienso que si uno vive criticando, eso se contagia en la casa. Y el contagio de la queja es una de las cosas peores para la salud. Es muy argentino, melancólico, bastante insoportable.
-¿Sos creyente? ¿Pedís, rezás, agradecés?
-Soy una apasionada de la fe, por supuesto que soy creyente. Adoro las Vírgenes, conozco sus historias y hasta las colecciono. Me comunico con ellas desde el amor y el agradecimiento. Rezo. Tengo motivos para dar gracias y es ese hijo hermoso que tengo. Tengo una tía abuela monja, que está en el Vaticano. No adhiero a las cosas más ortodoxas y no estoy de acuerdo con el tema de las culpas y los sacrificios. A mí me conmueve tener fe. Punto. Creo que con fe se pueden modificar las cosas.

-Tu personaje en El elegido es muy intenso, perturbado. ¿Te descarga o te pesa hacerlo?
-Me gusta, me sale. Me recibí de actriz. Juego, invento, me supero. Y estudio mucho. Creo en el estudio y en la curiosidad. Si uno no observa, no aprende. Este personaje, Verónica San Martín, pegó muy fuerte. Es trágico y divertido a la vez.
-Parece que en Twitter generó un boom. Hay una cantidad enorme de videos en Youtube, miles de fans...
-Es divertido. Pero no fui yo. Soy antitecnología. Escribo a la noche, cuando termino de estudiar. Generalmente agarro mi cuaderno, la lapicera y armo mis historias. Ya hice [la obra de teatro] La cola del avión y ahí me vio Francis Ford Coppola. ¡Ja! Debuté con el pie derecho. A mí me gusta hacer todo. Hasta pinto?con lápices y también con brocha gorda. Me encanta arreglar mi casa.
-¿Y qué pasó con el canto?
-Otra pasión. Sigue en mis planes hacer un nuevo disco, pero como la cosa va lenta, ya no lo anuncio más para no quedar pesada hablando del tema. Son sueños, que alguna vez concretaré. Por lo general los sueños se van cumpliendo.
-Interesante afirmación.?
-Sí, son certezas. Tengo varias certezas. Una, la principal, es que no hay que tener vergüenza. No es un detalle. Ni vergüenza ni miedo de ser mujer. Hay que hablar, hay que defenderse. La palabra es lo que nos diferencia de los animales. Estamos vivos. Cada día tenemos la oportunidad de cambiar nuestro destino.

-¿Qué deseás con al alma?
-Salud. Bienestar. Y que el cine argentino tenga una gran producción. Que se haga mucho en la Argentina, que nuestros actores y directores sigan trascendiendo fronteras. Quisiera formar parte de ese movimiento que, de hecho, está empezando a moverse de manera más que interesante.
-¿Tenés proyectos para después de El elegido?
-Sí, varias obras de teatro hermosas, pero dificilísimas. Estoy viendo, pero ahora no cuento nada.
-¿Cábalas?
-No las utilizo porque me quitan un poco de energía. Prefiero rezar. Ya dije que adoro a las Vírgenes, en especial a las de Lourdes y Guadalupe. Más que las cábalas, prefiero unas gotas de agua bendita.
-¿Cuál es tu aroma? ¿Con qué te perfumás?
-Unas gotas de Egoísta, y ya. Me gusta el nombre. Hay que ser un poco egoísta, si no nadie piensa en vos.?También deliro con el aroma del azar. Me gusta mucho la belleza.
-Definila. ¿Qué se te aparece en este momento?
-Amor. Familia. Miradas sinceras. Risa. Trabajar con gente querida. Una postal de Capri, mi lugar favorito, porque explota de aromas y perfumes, ¿vieron? Cosas sencillas. Lo básico. Yo soy eso. No crean lo que ven.

La Nacion 

4 comentarios:

  1. LO MEJOR DE LA NOVELA, JUNTO A LITO CRUZ. SIN DUDAS. EXCELENCIA PURA!

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  2. Muy buena entrevista.
    Felicitaciones y adelante , con el personaje y tu Vida.
    Lo Mejor
    Viviana Garcia

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  3. Segui siendo como sos que sos genial,y en cuanto al papel me encanta verónica san martin sos única quiero que te den un premio en el Marti Fierro te lo mereces.Es la mejor novela que vi,y tus compañeros de elenco son fabulosos.
    Exitos.

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